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martes, 25 de septiembre de 2012

Tipos de cata

Como catar el Café
La cata del café puede realizarse de varias maneras, aquí comentaremos dos: a la brasileña y la del café expreso.

Tipos de Catas

A través de la Cata pretendemos encontrar y valorar todas las características que definen un café. Nos servirá para emitir un juicio de valor objetivo, para comparar varios cafés entre sí, o para contrastar si un café se ajusta a unas características predeterminadas.
Una buena cata debe ser subjetiva y mucho mejor si es ciega. En ella se confrontarán las evaluaciones de varios catadores para intentar definir conjuntamente las características del café analizado. Ayudará al éxito de la cata, el seguir un orden riguroso en las normas establecidas y disponer del instrumental adecuado, sin improvisaciones que desvirtúen el proceso.

Cata a la brasileña

Mediante este sistema, lo que se saborea es una ligera infusión de una sola variedad de café que permita evaluar fácilmente las características de este producto.
Los granos a catar deben presentarse en todas sus formas, verdes y tostados. Éstos deben disponerse por separado en bandejitas, junto a la infusión. Hay que servir, al menos, dos tazas de cada variedad por persona.
La cata se inicia valorando la fragancia del café molido. Lo primero que se percibe es la frescura del café, ofreciendo indicios de lo que hallaremos después al analizar la infusión.
En una taza alta con tapa y transparente se preparará la infusión. Deben echarse 8 gramos de café tostado molido a los que se añadirán después 150 cc de agua a punto de hervir. El agua mineral es la más adecuada para esta prueba pues no debe aportar ningún gusto. Nunca se echará azúcar dado que no se trata de tomar café sino de realizar una cata.
Inicialmente el café flotará formando como una costra que se irá hundiendo progresivamente. A los tres minutos, se removerá con una cucharilla, se separará el poco café que aún flote y se iniciará la fase principal de la cata.
La cucharilla utilizada deberá ser grande, plateada, y de amplia y redonda cazoleta. Se llenará la cucharilla de líquido y se sorberá violentamente por medio de un pequeño orificio que se formará con los labios, de modo que el café se expandirá por la boca como si fuera un vaporizador. Bastarán unos pocos segundos para captar el detalle buscado. Se escupirá después el café sorbido y se enjuagará la boca con agua mineral. Seguidamente se repetirá el sorbo, concentrándose cada vez en una característica, siguiendo el orden de la Hoja de Control de la Cata.
La mejor manera de percibir el aroma de la infusión consistirá en mojar la cucharilla y colocarla horizontalmente sobre la taza, con la parte convexa hacia arriba. Se captaran  intensamente los vapores de la infusión al acercar la nariz. La cata deberá limitarse a cuatro o cinco valoraciones, pues el café es muy persistente y si se prolongara demasiado las catas se llegaría a embotar el gusto o al menos a dificultar la objetividad de la prueba.

Cata de Café Expreso

En este caso, se trata de valorar un café terminado, como el que normalmente se sirve al cliente en un bar o restaurante. La máquina o máquinas que ayudarán en el transcurso de la prueba deberán estar perfectamente reguladas: presión, temperatura, nivel de agua, limpieza... El molino deberá realizar un granulado óptimo y el agua deberá estar perfectamente descalcificada y depurada, sin olores que puedan desvirtuar la cata.

La calidad de un buen café expreso vendrá dada por el equilibrio que el tostador o el heladero quiera dar a su café. Es un equilibrio entre sabor, aroma, cuerpo y textura que difícilmente puede encontrarse en una sola variedad.

Para este tipo de cata sirven todos los conceptos generales comentados anteriormente al hablar de la Cata Brasileña. No obstante, varía el sistema pues deben valorarse nuevos parámetros. Es aún más importante, en este caso, enjuagarse la boca con agua entre sorbo y sorbo, dada la superior fortaleza del café a catar respecto a la infusión de estilo brasileño. Para conseguir probar el café con la temperatura adecuada la cata deberá realizarse con relativa rapidez. Puede empezar a sorberse con 60ºC. Sin embargo, cuando baja de los 40ºC desprende pocos aromas y debe abandonarse la prueba. 

Se aconseja que las tazas en las que se realicen las pruebas sean de gres o porcelana.
En este tipo de cata puede resultar interesante que una de las dos tazas que habitualmente se prueban por cada variedad esté ligeramente azucarada, si es así como el catador toma habitualmente su café. En ese caso se deberá aplicar siempre la misma dosificación.
Un aspecto a tener en cuenta en el transcurso de la cata es la crema. Ésta se produce cuando el agua caliente (92ºC), a presión (9 atmósferas) arrastra en unos 25 segundos todas las partículas coloidales, grasas y aceites del café en una mezcla de aire y gases. En la taza, los gases desaparecen y queda la crema, mudo y bello testigo de la reciente operación.

Una crema espesa, uniforme, gruesa y de color avellana, con pequeñas motas oscuras, como una piel de tigre, es la prueba de un expreso elaborado de forma óptima. Debe ser consistente, de 2 a 3 mm de espesor y desvanecerse lentamente.
Una crema color marrón oscuro y blanca en el centro, es señal de que la temperatura y la presión eran superiores a lo normal. En ese caso el café resulta demasiado fuerte, astringente y amargo.
Una crema oscura puede ser señal de una importante presencia de torrefacto en el café.
Una crema con amplias burbujas que desaparecen rápidamente, denota que el café se ha molido poco, o la temperatura es demasiado alta, o la presión baja.

Un café sin crema, sólo con una pequeña corona junto a los bordes de la taza, indica que la extracción se ha hecho demasiado rápidamente, o la temperatura es demasiado alta, o que la dosis de café era reducida.

Cuando la crema no aparece hasta el final del llenado de la taza, indica que el café es viejo, lleva ya demasiado tiempo molido y empieza a ranciarse, de modo que el primer arrastre de los aceites exudados impide la formación de la crema.
Igual que en el caso de la Cata Brasileña, se procederá a rellenar una Hoja de Cata por cada tipo de taza probada, con el añadido de los apuntes sobre la crema (textura, color, persistencia...).

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